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Mostrando las entradas de agosto, 2022

Música de epígrafes y epitafios

  Por César Cárdenas     Los epitafios siempre me han parecido pretenciosos. La ambición de los seres humanos se hace presente aún después de su muerte, en algunos casos, con una frase condensadora sobre las mejores cualidades, ironías o desventuras de su efímera e intermitente existencia (o con un ataúd lindísimo, una urna estilosa e incluso una despedida a lo grande, surrealista y sui generis , acompañada de mariachis o marimba; pero hoy me encuentro en la urgencia de hablar sobre el primer irónico caso de palabras sobre las lápidas mordaces).  Mis ideas cascarrabias vienen a colación por la iluminada llegada de dos eventualidades a mi vida: la lectura asombrada de Música de cañerías y el descubrimiento del lecho mortuorio de su autor, Charles Bukowski, indecente y polémico destructor alemán de las “buenas costumbres” yanquis del siglo XX. Después de una cátedra ortográfica, topé pared con una frase ácrata : “Don’t try “, que refuerza las ideas que la antología de ...

Cuando intenté encontrar el qué sin los porqués

Por César Cárdenas No tengo ni la menor idea de quién soy y no creo que algún día vaya a tener algo más que un boceto entre las manos. Tal vez, cuando las ansias de los años de juventud se hayan extinguido, encuentre la certeza necesaria para responderme esta pregunta frente al espejo sin embrollarme en el camino, pero de ese ideal no poseo prueba alguna, así que me mantengo a la expectativa. Por supuesto sé que soy un humano con sistema locomotor, aparato digestivo, ligamentos y materia gris, pero no sé diferenciar las directrices que rigen a mis singularidades. Puedo dar fe de que nunca me doy por vencido, que sonrío aún cuando la lluvia más desalmada anega la sala de mi casa y que prefiero mi propia compañía antes que la de cualquier otro congénere, pero no sé por qué. Y no puedo saber quién soy sin entender los porqués de esa manera de existir tan particular como problemática. No me es suficiente con entenderme huraño y esquivo frente a lo que Benito Mussolini denominaba folla oceá...